Las reflexiones sobre una vuelta al mundo por Dani  Errántez y María Machado

Melaka: el puerto mil veces ocupado

Durante siglos este fue uno de los puertos más deseados del mundo

MALASIA

DANI ERRÁNTEZ

6/8/2024

Por Melaka han pasado portugueses, holandeses, ingleses, japoneses (mal recuerdo) y chinos. Esto podría hacer de la ciudad un lugar interesante, pero me temo que la máquina del turismo —con sus franquicias, regalos innecesarios y facilidades absurdas— ha dejado el casco antiguo de la urbe en poco más que un decorado.

El centro tiene un punto cursi que transmite un cóctel de rabia, risa y aburrimiento. Rickshaws de Spiderman y Hello Kitty ofreciéndote sus servicios, una réplica venida a menos de un barco portugués —llamado Flor de la Mar— que hace las veces de un museo, colas de chinos haciéndose fotos junto a las lápidas de europeos que pondrían el grito en el cielo ante el espectáculo…

Aún así, si aprendes a mirar, todavía quedan detalles, matices que te hablan de un pasado glorioso: los picos de sus tejados, algunos de sus templos o los agujeros entre los porches de las casas por los que los vecinos se contaban chismorreos y suspicacias.

Algunas zonas de la ciudad están congeladas en el tiempo gracias al nombramiento como Patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Se lo merece. Mucho. Por supuesto. No en vano el puerto de Melaka fue uno de los más importantes del mundo en el siglo XVII. Aunque ciertos añadidos me sobran, y por eso disfruté más de caminar lejos de donde suele haber turistas y rickshaws estridentes e innecesarios.

Por otro lado, ese señor que pilota cada día uno de esos trastos del demonio también tiene que trabajar y alimentar a los suyos. Seguramente tenga una familia encantadora que nos recibiría de mil amores en su casa. Así que, ¿quién soy yo para criticar a nadie?

Dani Errántez